A pesar de los mejores esfuerzos de los científicos y del equipo de un millón de voltios, nunca se ha producido un rayo de bola en condiciones de laboratorio. Este enigmático fenómeno se ha reportado desde la antigüedad (Fuegos Fatuos) y hasta hace poco se consideraba producto de la imaginación.
Suele aparecer cerca del suelo durante las tormentas, aunque a veces se manifiesta en días despejados. Su tamaño puede variar desde unas pocas pulgadas hasta varios pies de diámetro y adquiere varios colores, más comúnmente rojo, amarillo y naranja. Los relámpagos en forma de bola suelen desaparecer en unos segundos, aunque en algunos casos fueron visibles durante más de un minuto.
A menudo emite un silbido y deja un olor distintivo a ozono o azufre quemado. A veces desaparece con un fuerte estallido y en algunos casos incluso dejó una neblina o un residuo sólido.
La existencia de un rayo en bola ha sido probada por los rastros de daño físico que dejó, quemando objetos e incluso hiriendo o matando animales y personas por igual.
Según los testimonios de testigos, las bolas de relámpago exhiben algunas de las propiedades más extrañas que se ven en la naturaleza. Tiene una tendencia inexplicable a entrar en las casas de las personas, a veces a través de chimeneas o incluso a través de las cerraduras.
En algunos casos, se derritió a través de paneles sólidos de vidrio, dejando agujeros perfectamente circulares detrás. En otros casos, atravesó paredes. Incluso se informó que se materializó dentro de un avión volador, ingresó a la cabina y salió por la sección de cola.
Sin embargo, los informes más extraños son aquellos que incluyen bolas luminiscentes que exhiben signos de inteligencia. Sí, estamos tan perplejos como tú.
Según varios informes fidedignos, las personas han sido perseguidas subiendo y bajando escaleras o rodeadas por relámpagos en forma de bola. En varios casos, incluso pareció perder interés, distanciarse y explotar sin dañar al humano comprensiblemente conmocionado.
Este comportamiento aparentemente inteligente ha llevado a algunos a creer que los relámpagos en forma de bola podrían ser en realidad una forma de vida efímera, a diferencia de la basada en el ADN a la que estamos acostumbrados. Si es así, debe ser uno de los ultraterrestres más interesantes de los que hemos oído hablar.