Hay dos formas de asumir la existencia todos los días: consumir las ideas que se nos entregan o producir nuestra propia realidad. Cada vez que te levantas, asumes una posición y el resultado de lo que obtienes a diario, y cómo te sientes acerca de tu vida, tiene mucho que ver con eso.
La ropa que usas, la música que escuchas, las revistas que lees, incluso los memes que compartes, son la expresión de la creatividad de otros seres. Su vida está en constante interacción con las ideas prestadas, y el equilibrio entre el consumo y su propia producción de nuevas reflexiones que derivan en realidades, determina cómo es tu existencia y qué tan libre es.
No estoy hablando de la libertad de elegir entre las mejores opciones de Netflix para ti, estoy hablando del tipo de libertad que obtienes cuando el televisor está apagado y puedes pensar en lo que no está creado.
Me encanta ver series de televisión, y puedo pasar muchas horas a la semana cavando en una nueva serie de asesinatos en serie, pero sé que durante esos momentos específicos, soy un espectador de la visión de directores, productores, guionistas y actores, y eso mi creador está en una especie de pausa. Esto no es necesariamente incorrecto, el problema es ser incapaz de desactivar ese modo de pausa.
Consumimos realidades porque es más fácil que crearlas. Es más simple que abordar la idea del vacío existencial y construir algo a partir de él. En cambio, miramos, escuchamos y disfrutamos los resultados del razonamiento de otras personas, aquellos que han dedicado parte de sus vidas a mirar dentro de sí mismos. Pero el binomio consumidor-creador no puede verse en términos absolutos, porque incluso aquellos adictos a la realidad que se les ha entregado, pueden sentir la necesidad diaria de producir algunos selfies (aunque con filtros desarrollados por otros).
Entonces se trata de equilibrio. ¿Cuántas horas a la semana pasas digiriendo lo que otros te han cocinado? ¿Cuántas horas pasas creando?
No estoy diciendo que dejes de leer noticias sobre la pandemia, te invito a que encuentres un momento del día para pensar cómo te hace sentir el miedo a la muerte y aprovechar lo que te motiva a generar nuevas ideas.
¿Por qué?
Debido a que mientras más tiempo pases consumiendo realidades, más difícil será encontrar una manera de tener una existencia auténtica.
Aquí hay algunos consejos que me han permitido pasar de ver The Matrix todos los días a publicar distintos artículos y escribir para diferentes páginas:
Busca nuevos estímulos.
Las soluciones más simples son las externas, por lo que comenzaremos con ellas. Evite las repeticiones y el consumo de material reciclado, ya que escuchar la radio lofi hip-hop todos los días y releer El principito le hizo pensar en piloto automático. ¿Te has visto diciendo las frases de tus películas favoritas justo antes de que lo hagan los actores? Quiero que interpretes eso como tu cerebro creativo diciéndote que estás dormido. La exploración de nuevos directores de películas, la lectura de nuevos columnistas, la revisión de nuevas tendencias de diseño, hacen que sea fácil encontrar nuevas ideas. Es más probable que tenga una reflexión interesante viendo un nuevo cortometraje experimental ruso, que después de ver a Seinfeld por décima vez.
Silencia tu entorno.
Manténte alejado del teléfono, los libros, la televisión y las personas, y respire al menos unos minutos al día. Necesitas silencio para poder escucharte a ti mismo, algo a lo que puedes estar tan poco acostumbrado, que la sensación que inicialmente se apoderará de ti podría ser ansiedad. En este punto, la palabra clave será resistir. Concéntrate en ti.
Escucha la angustia.
Se te ocurrirán cientos de ideas, la mayoría de ellas serán enfoques aburridos y cotidianos: las facturas que debes pagar, las tareas que debes completar, etc. Estos pensamientos también te distraen, una especie de primera línea de defensa para protegerte de lo existencial angustia. No luches con esos pensamientos, solo míralos y déjalos ir. Pronto el plato principal se aderezará con las ideas realmente inquietantes: ¿por qué sigo solo? ¿Por qué sufro cuando hablo con otros? Preguntas extrañas que lo llevarán a enfoques genuinos. Conviértete en un sabueso de tu propio malestar y persíguelo hasta que encuentres algo en lo que quieras pensar.
Piensa en muchas direcciones.
Hacia el pasado o el futuro. Piensa en otras latitudes y otros seres. Busca conexiones entre fenómenos y personajes. A veces las preguntas estúpidas te ayudan a comenzar una nueva forma de pensar.
Evita los atajos.
Pregúntese, absténgase de creer ciegamente y pregúntese cómo serían los fenómenos si no se vieran desde la perspectiva que se le presentan. Dudar de tus ideas te obliga a razonar de nuevas maneras. La certeza a veces se esconde en una forma de pereza mental
Exterioriza tus pensamientos.
Escribe, graba, dibuja, toma fotos, diseña, habla. Haz que tus reflexiones se proyecten hacia afuera de alguna manera, porque aunque existen desde el momento en que se piensan, externalizarlas las lleva al mundo del otro, te permite crear un vínculo social desde un rol diferente.
No lo pospongas.
Comience ahora, deje de consumir y cuando termine este artículo, concéntrese en usted mismo. Quiero ser el que lea tu próxima historia en internet.
Autor: https://medium.com/@trippysherpa
Original: https://medium.com/make-me-human/how-to-stop-consuming-reality-d2f738ec41a2