Terence McKenna fue un crítico de la sociedad moderna. Frecuentemente expresaba su descontento contra los efectos adormitantes y alienantes de la televisión y la cultura.
“La cultura es para la conveniencia de otras personas y de instituciones, iglesias, compañías, impuestos, etc. La cultura no es tu amiga. Nos insulta, rebaja, usa y abusa.No somos bien tratados por la cultura…lo mas importante es saber que la cultura es una perversión: Hace de objetos fetiches, crea manía consumista, promueve formas de falsa felicidad, infinitas formas de falso entendimiento y realización, disfrazadas de religiones redundantes y cultos patéticos. Invita a las personas a rebajarse y deshumanizarse actuando como máquinas”.
Hablando de la televisión
“Ninguna droga en la historia ha separado tan rápida y completamente
la cultura de sus usuarios del contacto con la realidad.
Y ninguna droga en la historia ha tenido tanto éxito al rehacer
en su propia imagen los valores de la cultura que ha infectado”
La televisión es por naturaleza, la droga dominante por excelencia.
El control del contenido, la uniformidad y la repetición del contenido la convierten inevitablemente en una herramienta de coerción, de lavado de cerebro, de manipulación. La televisión provoca un estado de trance en el televidente, condición previa necesaria para lavado de cerebro.
Como sucede con todas las otras drogas y tecnologías, el carácter básico de la televisión no puede ser cambiado; la televisión no es más reformable que la tecnología que produce rifles automáticos.
“Somos especie omni-adaptable, somos los pensadores, los hacedores y solucionadores de problemas.Inmensos dones que son nuestros solamente, y que vinieron de la matriz evolutiva del planeta no para nosotros, para nuestra conveniencia, satisfacción, o nuestra gloria.Son para la vida; son cualidades especiales con que podemos contribuir con la gran comunidad del ser orgánico, puesto que somos los protectores, los jardineros, y la madre de nuestra Madre : la Tierra viviente”
“Eres un ser divino. Tú importas, tu cuentas. Vienes del reino de poder y
luz inimaginable, y regresaras a ese reino”
Terence Mckenna dice: ‘Se han quedado en un nivel bajo, donde son fácilmente programados, limitados por fronteras, obsesionados con posesión sexual, la cual es transformada en fetichismo y objeto de obsesión.
No queremos muchos ciudadanos preguntando a dónde va realmente el poder y el dinero.’
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